Ordenación de Diáconos Permanentes en la Catedral de Lomas de Zamora
En una ceremonia profundamente emotiva y cargada de significado espiritual, la Catedral Nuestra Señora de la Paz en Lomas de Zamora fue el escenario de la ordenación de dos nuevos diáconos permanentes. La celebración, presidida por el obispo de la diócesis, monseñor Jorge Lugones SJ, tuvo lugar en el marco de la fiesta litúrgica de San Lorenzo, diácono y mártir, y coincidió con la conmemoración del Día del Diácono. Este evento no solo representa un momento crucial para las vidas de los nuevos ministros, sino también para sus comunidades, que los acompañaron con fervor y esperanza.
El Significado del Servicio Diaconal
El Diaconado: Un Servicio de Entrega Generosa
Durante su homilía, monseñor Lugones subrayó el carácter sacrificial y de servicio que define el ministerio diaconal. “El servicio diaconal es un servicio de entrega generosa”, afirmó el obispo, recordando a los presentes la importancia de la dedicación y la disposición para servir a los demás, especialmente a los más necesitados. Este enfoque en el servicio hacia los pobres y vulnerables resuena profundamente con la vida y el martirio de San Lorenzo, patrón de los diáconos, cuya vida, según el obispo, “fue fecunda para los pobres de su tiempo y para el futuro de la Iglesia de todos los tiempos”.
San Lorenzo: Ejemplo de Entrega y Servicio
San Lorenzo, quien vivió en la Roma del siglo III, es venerado por su martirio y su inquebrantable servicio a los más desfavorecidos. Su vida y obra se han convertido en un modelo a seguir para los diáconos, quienes están llamados a vivir su ministerio con la misma dedicación y amor por los pobres. El obispo Lugones recordó a los nuevos diáconos la necesidad de mantener siempre presente esta opción preferencial por los pobres en su ministerio, destacando la importancia de una “escucha paciente” como parte integral del servicio diaconal.
Los Nuevos Diáconos Permanentes
Walter Eduardo Castañeda y Esteban Rolando Cousido: Vocaciones al Servicio
Los nuevos diáconos permanentes, Walter Eduardo Castañeda y Esteban Rolando Cousido, provienen de comunidades profundamente comprometidas con la vida parroquial. Castañeda, de la parroquia Cristo Rey en Guernica, y Cousido, de la Unidad Pastoral integrada por las parroquias María Auxiliadora y Sagrado Corazón en Lomas de Zamora, han sido parte activa de sus respectivas comunidades, desempeñando roles significativos que los prepararon para este nuevo paso en su vida de fe.
Un Camino de Discernimiento y Preparación
La ordenación de Castañeda y Cousido es el resultado de un largo proceso de discernimiento y formación, que culminó con la imposición de manos y la oración consecratoria del obispo. Este sacramento del Orden Sagrado, en su grado de diaconado, marca el inicio de una nueva etapa en sus vidas, dedicada al servicio de la Iglesia y su comunidad. En su homilía, el obispo Lugones les recordó la importancia de mantenerse abiertos a la acción de Dios en esta nueva fase, invitándolos a “dejarse sorprender por Dios” en su ministerio.
El Contexto de la Celebración
La Fiesta de San Lorenzo: Un Momento de Reflexión y Compromiso
La ordenación de los nuevos diáconos se celebró en un contexto litúrgico significativo: la fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir. Este día, que honra la memoria de uno de los más venerados diáconos de la historia de la Iglesia, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el papel del diaconado en la comunidad cristiana y renovar el compromiso de servicio que define a este ministerio. La figura de San Lorenzo, quien dio su vida por los pobres y por la Iglesia, es un recordatorio constante del llamado al sacrificio y la entrega generosa que todos los diáconos están llamados a vivir.
Un Día Especial para la Diócesis de Lomas de Zamora
El Día del Diácono, celebrado anualmente en la diócesis de Lomas de Zamora, es una ocasión especial para reunir a todos los diáconos permanentes y sus familias, fortaleciendo los lazos de fraternidad y apoyo mutuo. Este año, la celebración tuvo un carácter aún más festivo con la ordenación de dos nuevos miembros, que fueron acogidos con alegría y entusiasmo por la comunidad diocesana.
Homilía del Obispo Lugones: Un Llamado a la Generosidad y el Servicio
Reflexiones Sobre el Evangelio: La Semilla que Da Fruto
En su homilía, el obispo Lugones reflexionó sobre el evangelio del día, que habla del grano de trigo que debe morir para dar fruto. Este pasaje, según el obispo, es una metáfora poderosa para la vida de servicio a la que están llamados los diáconos. Morir a uno mismo, en términos de renunciar a criterios personales, tiempo, y proyectos, es esencial para dejarse guiar por Dios y ser verdaderamente fecundos en el ministerio.
La Importancia del Silencio y el Discernimiento
El obispo también destacó la importancia del silencio y el discernimiento en la vida de un diácono. “Necesitamos tiempo de silencio y discernimiento para ser fecundos en nuestro apostolado”, señaló, subrayando que solo a través de una profunda vida espiritual y una constante búsqueda de la voluntad de Dios es posible servir con generosidad y efectividad. Este llamado al discernimiento es especialmente relevante en un mundo lleno de ruido y distracciones, donde el silencio se convierte en un espacio vital para escuchar la voz de Dios.
Impacto en la Comunidad: Un Legado de Servicio y Fe
Un Nuevo Comienzo para las Comunidades Parroquiales
La ordenación de Castañeda y Cousido no solo marca un hito en sus vidas personales, sino que también tiene un impacto significativo en sus comunidades parroquiales. La presencia de nuevos diáconos permanentes es un regalo para las parroquias, que se benefician de su servicio y dedicación. Estos nuevos ministros están llamados a ser un puente entre el clero y los laicos, fortaleciendo la vida espiritual y pastoral de sus comunidades.
Familias y Comunidades: El Apoyo Fundamental
El papel de las familias y las comunidades en el proceso de discernimiento y formación de los nuevos diáconos no puede subestimarse. El apoyo constante y la oración de sus seres queridos han sido esenciales en este camino, y su presencia en la ceremonia de ordenación fue un testimonio del amor y la unidad que caracterizan a la Iglesia. Las familias de Castañeda y Cousido, junto con los miembros de sus parroquias, han sido una fuente inagotable de fortaleza y aliento, acompañándolos en cada paso de su camino hacia el diaconado.
Conclusión: Un Llamado al Servicio y la Fe
La ordenación de Walter Eduardo Castañeda y Esteban Rolando Cousido como diáconos permanentes en la Catedral de Lomas de Zamora es un recordatorio poderoso del llamado al servicio y la fe que define a la Iglesia. En este nuevo capítulo de sus vidas, estos hombres están llamados a vivir con generosidad y entrega, siguiendo el ejemplo de San Lorenzo y sirviendo a sus comunidades con amor y dedicación. La celebración de su ordenación, en el marco del Día del Diácono y la fiesta de San Lorenzo, es un hito significativo para la diócesis de Lomas de Zamora, que acoge con alegría y esperanza a sus nuevos ministros.